pic of the week!

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Palenque, Chiapas

23 de enero de 2010

Me presento...

Ha sido un día precioso en Cancún. Vivo aquí desde hace 7 meses, lejos de mis amistades y mi familia, que se encuentran en la ciudad de México, caótica pero entrañable megalópolis. La nostalgia es dura conmigo. Pero no siempre fue así. Cuando vivía con mis papás, en un pequeño departamento del infonavit en el centro del DF, anhelaba escaparme. Leía las revistas de México Desconocido, las de Arqueología Méxicana -me encanta la arqueología- las que traía mi papá de sus viajes -es auditor y se la pasaba de un estado en otro-, y me imaginaba colores, texturas, sabores... Soñaba con hacer lo mismo que papá: preparar maletas y salir.

No sé si eso finalmente me llevó a la carrera de periodismo. Pero con algunos aciertos y otros tantos desaciertos, hace tres años, llegué al sitio de Terra, donde me entregaron el canal de turismo. Y con eso, me dieron las llaves de la puerta que siempre quise abrir.

Claro, ya desde antes, desde que pude hacerlo por mi cuenta, me escapaba. Me llevaba a quien se dejara -casi siempre era mi novio- y nos íbamos a cualquier pueblito que nos quedara cerca y a veces no tanto. Una vez, nos escapamos a Chiapas y nos pasamos la mitad del viaje en carreteras. Por poco y nos quedamos en  "La sepultura", una de las carreteras más peligrosas del sureste mexicano. Pero valió la pena, porque Boca del Cielo nos regaló la noche más estrellada que hemos tenido en nuestra vida.

Pero el caso es que en Terra tuve la oportunidad de saborear y sentir a México de una manera tan intensa que apenas tenía tiempo de regresar a la redacción, subir unas cuantas fotografías y garrapatear algunos párrafos que resumieran lo que había vivido en tres días. Quizá por eso aún traigo en los ojos y en el alma tantas palabras y tantas imágenes. No necesito siquiera invocarlas. Llegan apenas cierro los ojos. Llegan como si aún las viviera.

México me deslumbró. Ya lo imaginaba así, de generoso, pleno de caminos y de sensaciones. Pero rebasó todas mis expectativas. Para mí, viajar por México no sólo es un placer, sino una bendición.Y la quiero compartir con quien me lo permita.